El fin del miedo a emprender: 3 historias de altos ejecutivos que están haciendo su propio camino
En la búsqueda de otro tipo de gratificaciones, varios han sido los ejecutivos que han decidido dar un vuelco en su carrera profesional pese a la estabilidad que puede entregar una empresa.
¿Quién no ha tenido alguna vez el sueño de emprender? Ser su propio jefe, manejar los tiempos propios y tomar las decisiones que parecen las más adecuadas para el bienestar del negocio. De seguro más de alguno. Pero la realidad es que poca gente se atreve a concretarlo.
Dejar la estabilidad laboral y un sueldo fijo resulta un riesgo que no muchos están dispuestos a asumir, más cuando la familia comienza a crecer o hay que pagar un dividendo.
Pero por distintas razones algunos han tomado la decisión, corriendo los riesgos y embarcándose en una aventura pese a que han conocido el otro lado de contar con grandes salarios y numerosos beneficios.
Para Danilo Rojic, socio fundador de People & Partners, nos cuenta que existen cuatro pasos clave a seguir a la hora de emprender.
El primero de ellos es dedicarse al emprendimiento. No se puede emprender y a la vez trabajar o buscar trabajo. Lo segundo es hacer los estudios y análisis pertinentes para verificar si existe espacio en el mercado para lo que se quiere ofrecer, ya que no basta con las ganas, apoyo de los amigos o contar con capital.
Luego, en caso de requerir un socio, este debe ser un complemento en cuanto a sus habilidades, ya que no todos tienen las competencias necesarias para emprender. En la misma línea, Danilo explica que uno se asocia para hacer un negocio, por lo cual no siempre es bueno elegir al amigo o a algún familiar. Hay que fijarse en alguien que tenga las competencias. Por último, está el asumir que muchos negocios se demoran más de un año en generar flujos estables, por lo cual es necesario contar con un respaldo económico que aguante esto.
Sobre qué tipo de negocios se prefieren a la hora de emprender, Danilo comenta que “del total de ejecutivos que han pasado por nuestros programas de Outplacement y que han decidido emprender, un 57% ha iniciado un negocio, un 38% ha comenzado a efectuar consultorías, un 3% ha adquirido un negocio y un 2% una franquicia”, agregando que en la actualidad muchos de los emprendimientos están ligados al ocio y a los servicios de profesionales a empresas, “existiendo una evolución en donde han surgido más espacios para desarrollar negocios propios”, explica.
Con todo Danilo nos comenta que dependiendo los años entre un 8% a un 12% de los ejecutivos que participan en un programa de Outplacement optan por emprender.
Tres emprendedores relatan su experiencia a la hora de independizarse
Alejandro Donoso: “Era un esclavo muy bien pagado”.
Alejandro trabajó 25 años para Bimbo, empresa en la cual llegó a ser Gerente General.
Producto de sus funciones, este Ingeniero Civil Industrial de la U. de Chile tuvo que vivir en Perú, México y Argentina por años. Muchas veces se estableció con su familia, otras viajaba solo, teniendo que tomar aviones cada viernes con destino a Santiago para visitar a su esposa e hijos.
“El 2011 fue el período más difícil. Mi familia ya estaba cansada de viajar y yo tuve que establecerme en Buenos Aires como Director de ventas de LATAM. En ese período viajaba todos los viernes a Santiago. A veces llegaba a las 11 de la noche. Y el domingo partía de nuevo a Argentina. Era agotador, pero no quedaba otra”, explica Donoso.
Hasta que el cambió llegó. En diciembre de 2011 Alejandro renunció a Bimbo, compañía que para apoyar el proceso de su salida le ofreció al ejecutivo formar parte de un programa de outplacement en People & Partners, en donde una de las primeras cosas que le dijo su directora, Janet Spröhnle, fue que se dedicara a una cosa a la vez. O buscaba trabajo, o emprendía.
“En mi proceso en People & Partners me ayudaron mucho sobre cómo generar redes de contacto y también en definir qué quería hacer. Estuve en varios procesos pero ninguno me convencía. Hasta que salió la oportunidad de comprar una distribuidora de Nestlé. Hoy me dedico a eso y a la fusión entre el restaurant Donosti junto a otro negocio que hace comidas”, cuenta Donoso. A esto agrega que antes “llevaba una mochila muy pesada y no me daba cuenta. Al final era un esclavo muy bien pagado. Yo quise eso, pero tampoco me daba cuenta en la vorágine en la cual estaba. No es que la empresa fuera mala. Al contrario. Pero hay cargos que demandan mucho. Y llega un momento en el cual uno se replantea, lo cual es positivo”.
Pablo Montaldo: “No hay malas ideas”.
Para uno de los dueños de Natural Salads, Pablo Montaldo, la clave para emprender está en perseverar y tener una idea clara sobre dónde se quiere llegar, siendo consciente de los tiempos y de todas las adversidades que pueden surgir cuando decides convertirte en tu propio jefe.
Con todo eso claro, y tras varios procesos de búsqueda de trabajo, Pablo se decidió por emprender, asociándose con Alberto Wenz, el mismo amigo con el cual jugaba todos los miércoles dominó. Así, en el 2008 dieron vida a Natural Salads, restaurant que abrió su primer local en Vitacura y que hoy ya cuenta con otros dos en Las Condes.
La experiencia que Montaldo obtuvo en sus trabajos anteriores, y sobre todo en el último como sub gerente de ventas de una compañía de TV Cable, lo motivó a apostar todo por este proyecto.
Tanto así, que para Pablo no existen malas ideas. Incluso, es enérgico al mencionar que todos son creativos y que cada persona puede tener unas diez ideas buenas. El desafío está en decidirse a terminarlo y darle con todo, no agotarse frente a las barreras.
¿Los resultados? Todos buenos según Pablo, quien afirma que “el hecho de ser independiente te hace más feliz. Tú trabajas para ti y dispones de tu tiempo. Eres responsable y feliz contigo mismo. Cuando tienes algo propio son otras las gratificaciones. Primero dependes de ti y hay que estar preparado para hacer de todo. Desde limpiar un baño hasta ayudar en la cocina. Tú eres dueño de que las cosas resulten. Debes creerte a ti mismo. Ya no tienes un jefe a quien venderle un cuento”.
Sebastián Viviani: La idea no era vivir una vida arriba de un avión, con muchas reuniones de negocios.
“Profesionalmente siempre me tocó armar proyectos importantes…. El más grande y entretenido (después de Terrazas de La Reina) fue Transbank”. Pero justamente esa fue la época en la cual con mi esposa Rosita Ackermann comenzamos a cuestionarnos cuál sería la próxima pista de aterrizaje y la de un nuevo despegue. La idea no era vivir una vida arriba de un avión, con muchas reuniones de negocios. Para qué. Entonces surgió la pregunta, sino queremos esto, qué queremos”, cuenta enfático Sebastián Viviani, dueño del Centro de Eventos Terrazas de la Reina.
Por ello, y tras la búsqueda de qué negocio formar, la idea llegó por causalidad. Dos de sus hijas estaban comprometidas y durante la búsqueda de un lugar en donde celebrar los matrimonios, surgió la idea de construir uno.
Así, Sebastián y su esposa Rosita estuvieron un año recorriendo lugares hasta que dieron con el Parque Mahuida, en La Reina. Luego vino el financiamiento, parte no menor ya que como el mismo Sebastián reconoce este emprendimiento no fue gestado por capitalistas y, pese a que él no era un desconocido en la banca, en todos los bancos lo rechazaron por no contar con una historia como empresario del rubro. “Tuvimos que hipotecar nuestra casa. Incluso, para comprar una camioneta de traslado tuvimos que hacerlo con tarjeta de crédito”, rememora Sebastián.
El resto vino por etapas. Sebastián sabía que pronto debería renunciar a su trabajo, y coincidentemente en Transbank hubo cambios y lo desvincularon, noticia que se transformó en una tremenda oportunidad, ya que por una parte tenían la estabilidad de Rosita y él ahora, disponibilidad completa para dedicarse al proyecto.
“Para emprender uno de los dos en la pareja debe tener la estabilidad laboral para ser soporte económico, y el otro dedicar el 120% del tiempo al proyecto. El resto es tener cuero de chancho, perseverar y tener mucha paciencia. Porque la burocracia te vuelve loco, tanto así que muchas veces dan ganas de botar el proyecto y buscar trabajo de nuevo”, comenta.
El segundo paso estuvo dado por el apoyo de los banqueteros. “Para ellos fue toda una novedad que nos acercáramos para pedirles consejo, hacernos amigos, ya que no sabíamos nada de eventos ni teníamos los contactos en la industria”. Los mismos banqueteros luego comenzarían a ofrecer el lugar para matrimonios, graduaciones y eventos de empresas.
Los primeros clientes que tuvieron llegaron el año 2001 durante la construcción del centro. Fue una apuesta para todos y resultó excelente, tanto así que luego todos los hijos de Sebastián y Rosita comenzaron a integrarse al negocio en distintos cargos. Incluso los nietos trabajan o han trabajado en Terrazas de la Reina, colaborando con este gran sueño de emprender y consolidar un negocio familiar.
Como se ve existen distintas motivaciones a la hora de emprender, pero muchas coincidencias con respecto a los desafíos. Para Danilo Rojic uno de los más grandes es perseverar y no dejarse derrotar ante la burocracia o los tiempos que toma el echar andar un negocio, ya que puede ser una prueba a la paciencia diaria pero con recompensas finales que van más allá del nivel económico y que tienen que ver con el desarrollo y crecimiento a nivel personal.
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