account_circle Por: María Cecilia Alvarez, Career Partner, People & Partners

access_time 12 · 01 · 2015

Por María Cecilia Alvarez, Consultor Senior People & Partners

Superman, el hombre araña, el zorro, los 4 fantásticos, He-man, Hulk, Batman, Robin…

¿Quién no quiso ser el héroe o la heroína que veía en televisión o leía en las revistas de caricaturas o comics, con distintas clases de poderes – invisible, fuerte, que puede volar, que puede saltar desde las alturas, subir paredes?

Cuando hablamos de gerentes, gerentes generales, de área, pensamos siempre en poder, autoridad, altas remuneraciones, estatus, que en la práctica son inherentes a la posición. Sin embargo, más allá de lo contractual propiamente tal, existen dos ámbitos que constituyen el centro del rol: por un lado, el tener el voto de confianza y responsabilidad de representar el sueño de un emprendedor, los intereses de accionistas, con el mandato de que a través de su gestión pueda contribuir a que se consolide la Visión que se han forjado hacia el futuro. Por otro lado, la responsabilidad de tomar acciones y decisiones para liderar este sueño, que tendrán un impacto en muchas personas, las que trabajan en esa empresa, las familias de esas personas y los clientes a quienes va dirigido el producto o servicio que prestan.

¿Existe esa consciencia en los ocupantes? Quizás el mundo se ha vuelto muy transaccional y sólo se aspira a cargos de autoridad por la posición, estatus e ingresos económicos a los que se podría acceder, sin tener en cuenta los sueños de aquellos que se inspiraron en la creación de la Compañía, o la trascendencia e impacto que cada uno de sus decisiones tendrá en tantas personas. Un rol así que conecta tan potentemente con el mundo en que vivimos, debería ser observado con estas consideraciones.

El Gerente es el Súper Héroe en las organizaciones pero podría representar el antagonista de las historietas si su visión es egocéntrica, mezquina y de conveniencia.

El súper héroe debe velar por el “bien superior”, es el capitán del barco que debe ser el último que lo abandona cuando está por zozobrar, es decir, reconoce que en su máxima autoridad, poder e influencia, debería ostentar además, la mayor generosidad velando por el bien superior. En lo mitológico y esotérico, en el mundo intangible, según dicen, las visiones o capacidad para leer el futuro no pueden usarse para el que lo desarrolla, es decir, estaría supeditado sólo para servir a los demás, evitando al que lo ejerce, el generar ganancias para sí mismo.

¿Pero quiénes son los súper héroes? Detrás de cada uno, siempre hay una persona, que se ve repentinamente “envestida” de talentos especiales que de a poco empieza a aprender a canalizar, a tomar consciencia de que ese poder acarrea una gran responsabilidad, poniendo al ser humano que está en la esencia, en encrucijadas decisionales en las que se ponen en juego muchos valores, compitiendo siempre entre su grandeza y sus debilidades.  

Tener grandes aspiraciones de logro y crecimiento son los objetivos más obvios de una empresa, sin embargo, el cómo se llega a ellos puede hacer grandes diferencias entre unas y otras. Los seres humanos somos afectivos, esto significa que somos afectados, afectables, y que también tenemos la capacidad de afectar. Por eso es que hoy el “qué” no es lo único que importa, sino el “cómo”, porque las sociedades a medida que evolucionan van exigiendo mayor humanización, mejor calidad de vida y el trabajo es en general el espacio donde más tiempo y energía es consumido. Las personas siempre optarán por incorporarse a organizaciones donde el hacer empresa se haga con valores que los representen, de modo que el proceso de identificación con su empleador sea natural y ser parte de esa entidad sea una aspiración. Así, personas comprometidas y felices harán que esa visión, ese sueño que se gestó en un inicio sea más fácil de alcanzar, inundando de gratificación a cada uno de los que son parte de su construcción.

¿Es posible que se pueda llegar a tener gerentes – súper héroes?

Si partimos de la premisa de que todos ellos son Personas, y de que todas las personas tienen en su interior Poderes, la respuesta debería ser “sí”. No se trata de ser condescendiente, o de relajar normas, disciplina o estándares, simplemente se trata de plasmar la Visión en el quehacer de cada uno de los que participarán en mayor o menor medida de su materialización, sabiendo transmitir la relevancia que cada miembro del equipo total en el impacto que tiene en cada resultado, todos suman, todos son indispensables, cada tarea contribuye, cada trabajo por menor que sea, influye y tiene sentido en ese sueño compartido, generando así un círculo virtuoso de compromiso y retribución permanente.

Espero que el 2015 traiga muchas capas a todos los que honran el traje de gerentes, para que sean los verdaderos súper héroes que pueden ser, para tener personas más felices, que multiplican su bienestar en la familia, en la sociedad, en el país, en el mundo.

Compartir

 
  

Comentarios