account_circle Por: Víctor Hugo Badilla, Career Partner, People & Partners

access_time 15 · 12 · 2017

Es tiempo de recuentos, se termina el 2017 y para no ser menos revisitamos un espacio de conversación creado durante este año, donde nuestro objetivo fue instalar un espacio de reflexión entre un grupo de ejecutivos, que aprovechando su proceso de transición laboral, quisieron sumergirse en un viaje al futuro, algunos se pararon desde el presente mirando hacia el futuro, otros prefirieron pararse en el futuro y mirar el presente… fueron 10 sesiones, más de 15 horas de conversación que se iniciaron en septiembre, como augurio de primavera.

A pesar de la diversidad y las diferentes miradas, desde el comienzo hubo consenso de que estamos viviendo la emergencia y la convergencia cada vez más integrada de varias revoluciones en el ámbito de las tecnociencias, revoluciones que afectarán a todos los sectores de la vida humana, en particular, los de la medicina y la economía… nanotecnologías, biotecnologías, informática (big data e internet de las cosas), inteligencia artificial (cognitivismo)… lo que hoy se conoce como NBIC… para completar el panorama, hay que añadir la robótica, las impresoras 3D, las terapias reparadoras con ayuda de células madres, así como las diferentes formas de hibridación hombre/máquina… también la economía colaborativa surge gracias a alguna de estas tecnologías y en esta medida, se hace parte de esta nueva revolución… (en palabras de Luc Ferry, profesor y filósofo francés, autor del libro “La revolución transhumanista).

Desde el primer día fueron los temas de conversación, en nuestras palabras y aproximaciones fuimos cocreando un pensamiento nuevo para nosotros, desafiamos nuestros temores, miedos, aprehensiones con una visión optimista, positiva, agradecida y de abundancia… partiendo desde un pequeño y limitado espacio que nos abrió a nuevas posibilidades y a un espacio infinito.

Nos acompañaron en esta travesía personas iluminadas que con generosidad nos regalaron sus experiencias y aprendizajes (gracias Luis Merino y Felipe Montenegro) los que sumaron reflexiones y conocimientos que nos permitieron aterrizar en nuestras propias realidades la forma de aproximarnos desde la acción a construir futuro.

Pero también se nos abrieron nuevas interrogantes, quizás lo más relevante, mirando ya desde el camino recorrido… la primera y muy comentada fue… dónde queda la humanidad y lo esencial del ser y de lo humano.

Sin querer y con seguridad desde nuestra intuición, reconociendo con humildad nuestra propia ignorancia, nos adentramos en las preguntas que muchos ya se han venido haciendo desde hace tiempo… humanismo, transhumanismo, posthumanismo, antihumanismo… o un nuevo Homo Deus, como lo dice Yuval Noah Harari.

Manteniendo la humildad y confirmando mi ignorancia no me adentraré en estos temas, sino más bien instalar el tema que con seguridad convocarán a nuestro nuevo ciclo de Pensamiento Nuevo… y tiene que ver (entre muchas otras cosas) en cómo nos haremos cargo de esta nueva eugenesia que quiere pasar del “azar a la elección” (Homo Deus)… y para dejar la tarea sobre la mesa, comparto un nuevo desafío…

De los conceptos nuevos aprendidos y entendidos, el cambio y crecimiento exponencial y el cambio y crecimiento lineal es lo que hoy llama más la atención… la tremenda diferencia entre las curvas de crecimiento exponencial de las nuevas tecnologías, es lo que creo llaman cambio disruptivo (una de las 6 D comentadas por Peter Diamandis) y me interesa, porque visto así la pregunta que se me viene a la cabeza es…

¿Por qué nuestros logros han sido mucho más raquíticos en el ámbito de los asuntos humanos, que en el de las materias técnicas…?

Y para ponerlo en contexto y no partir en desventaja… (y también por ahí está la respuesta) nuestra evolución humana ha tenido un crecimiento exponencial, cuando lo consideramos en relación a la historia del cosmos y nuestro desarrollo como humanidad… nuevos desafíos que hoy nos pone a prueba la inmediatez con la que estamos viviendo, esta será nuestra nueva excusa para reunirnos.

Termino con un grato sabor, al reconocer en nuestra travesía un caminar desde el temor y la aprehensión a la ambición, el entusiasmo, al reencuentro con la ética y la dimensión humana, al aceptar la opción y la elección como camino, al potenciar la abundancia (costo de la energía) y la gratitud (sentido de propósito), la actitud colaborativa, positiva como fuente de inspiración y reconocer que “muchos estamos en la misma”… reconocer que estamos en la era de la unidad… “SOMOS UNO” y que el estado natural de ser humano es el disfrutar… disfrutar de nuestra condición de ser humano.

Nos vemos el 2018…

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