account_circle Por: Rodrigo Cortes, Career Partner Emprendimiento, People & Partners

access_time 15 · 07 · 2016

Al iniciar charlas de imagen digital personal es común que haga dos preguntas -¿Hace cuanto no consultan su nombre en Google? – luego de que los insto a googlearse, viene la segunda pregunta – ¿Lo que ven representa lo que quieren proyectar?

Es interesante ver que las personas no se googlean a si mismos, si bien tienen el hábito de googlear a los demás, ya sea para saber quien es la persona con quien me entrevistaré, pasando por quien es un potencial cliente, hasta quien es la persona con quien saldré. De la segunda pregunta es casi la totalidad que manifiesta que lo que sale de uno en Google no representa la imagen que desea proyectar.

Hoy cada día es más común ver el uso de Google, o herramientas basadas en buscadores y redes sociales digitales, las que son usadas para seleccionar personal o bien para calificar a las personas. Desde ver que las empresas y headhunters usan las bases de Linkedin para buscar prospectos a cargos específicos, para luego usar herramientas o investigaciones adicionales que aporta googlear a la persona.

Con lo anterior, es extraña la poca preocupación de la gente por potenciar su marca digital personal, ya sea por no asignarle valor, como por prejuicios sobre la privacidad y el pudor de exponerse más de lo que sus paradigmas dejan ver.

Una mención en internet, positiva o negativa, puede ser generada por los amigos de uno, por los enemigos, por las empresas, por los medios, y por organizaciones. Sin lugar a duda el que mas contenido positivo puede incorporar es uno mismo, y muchas veces no lo hacemos. Lo más preocupante es que los contenidos pueden ser verdaderos, negativos o parciales, lo que muchas veces pueden comprometer nuestra reputación, por lo que se hace mas imperativo estar atentos a nuevas menciones, junto con uno ser mas activo en las redes. Entregar contenidos positivos que vayan en la dirección de lo que queremos proyectar y represente de mejor forma quienes somos, suena como una actividad estratégica vital en el mundo actual.

El ser respetuoso en nuestros aportes es la primera regla de oro, para que no nos pase lo de un futbolista que fue contratado por el Barcelona y que luego de 3 horas fue despedido por comentarios contra la región de Cataluña que realizó 3 años de dicha contratación. La Segunda regla de oro está en tener un diseño consistente de quienes somos y que queremos proyectar en las redes. La tercera regla es ser constantes y que la interacción en redes sociales se transforme en un hábito.

El tener una reputación digital personal es un activo cada día más valioso, en un mundo donde las empresas buscan  líderes de opinión para potenciar su marca y no que las personas se vistan con la marca de la empresa.

Hace unas semanas vimos como Telefónica España contrata a un conocido hacker en un puesto ejecutivo relevante. Adicional está el hecho de que la esperanza de vida ha aumentado y que en el largo plazo nuestra reputación es la que nos dará posibilidades de generar flujos económicos, y la reputación digital será la que estará mas a mano para ser contactados, evaluados y contratados. Ser activo en internet y las redes sociales, solo sumará a nuestra reputación personal digital.

Por Ricardo Cortes Ballerino, Consultor Asociado People & Partners

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