account_circle Por: Fernando Toro / Consultor Senior People & Partners

access_time 25 · 07 · 2014

Es ya conocimiento de todos que las redes sociales han existido siempre, desde el periodo neolítico, cuando la agricultura y el fuego reunían a la gente en torno a una tribu. A medida que estas tribus crecían, se iban agrupando y conformando nuevas tribus, manteniendo así un espacio de apoyo y de relación que les permitía enfrentar de mejor forma los desafíos a los que se enfrentaban.

Sin duda que el mantener los lazos, mirarse y tocarse era la única forma de comunicación. Hoy con las redes sociales digitales, tenemos un fenómeno distinto en el que los lazos se forman de distinta forma y se mantienen de otra. ¿Cómo impacta este fenómeno en las procesos de transición laboral?

Visto desde los inicios de las redes sociales, existen tres grandes hitos que las revolucionan. El primero es el fuego, el segundo la Revolución Industrial y el tercero la Internet.Es por esto último quelas redes sociales digitales toman una importancia relevante en cuanto a abrir un espacio para llevar adelante el proceso de una transición laboral. Hoy en día el perfil profesional de quien está en transición se difunde directamente a través de su red social.

En su gran mayoría, las ofertas de empleo circulan por dos grandes ámbitos: un ámbito formal, compuesto fundamentalmente por la prensa, los medios de comunicación, por los sitios de empleos, las empresas de selección y los gremios y por otro un ámbito más informal, compuesto por toda la comunidad de personas que funciona estructurada como una red, una red social. Es por esto que en las redes sociales debemos tomar en cuenta a cada contacto, porque puede ser el nexo que nos lleve a encontrar una oportunidad laboral.

Las estadísticas, desde nuestra experiencia, indican que más del 60% de las personas en transición laboral (porcentaje que aumenta a cerca de un 75% para personas mayores de 55 años) resuelven su transición por información o contactos que provienen de sus redes sociales. Y este porcentaje debiera aumentar, dado el impacto que ha tenido Internet en lo relativo a las redes sociales. ¿Por qué será que pasa esto?

Porque hoy es posible, dado el avance de la Web, encontrar aplicaciones (Facebook, Twitter, Instagram, etc.) que permiten a una persona estructurar su red social, personalizarla, segmentarla y orientar su búsqueda de empleo. Para el mundo profesional y ejecutivo una de ellas es LinkedIn. Esta red ya cuenta, a nivel mundial, con más de 260 millones de usuarios y un alcance geográfico de 200 países.

LinkedIn permite que cada persona pueda conectarse con sus redes de contacto de primer, segundo y hasta tercer nivel, con lo cual va estructurando y ampliando su red y sus potenciales alcances. Como cada usuario de LinkedIn tiende a hacer casi lo mismo, esta aplicación puede entonces establecer los lazos que relacionan a todos con todos.

Y es esta la enorme ventaja de LinkedIn. Permite determinar las rutas, a través de su propia red, para llegar a cualquier otra persona permitiendo estar en contacto permanente con su red, mostrando su información actualizada sin la necesidad de moverse del escritorio.

Para la búsqueda de trabajo esto es un tremendo impacto, pues por un lado permite que quienes buscan puedan acercarse a quienes deciden las contrataciones y por otro permite que estén en contacto permanente con quienes son sus redes.

Debido a esto, LinkedIn cambió los parámetros de la búsqueda de talentos, ya que las empresas de selección tienen acceso a miles de usuarios a quienes acudir para llenar las vacantes.

Y también las empresas han tomado la decisión de unirse a Linkedin, contabilizando en el mundo más de 3 millones de cuentas.

De esta forma, siguiendo este camino “informal”, es desde donde en más de un 60% viene la oportunidad de encontrar una oportunidad laboral.

 LinkedIn es entonces una herramienta obligatoria a utilizar por quienes están en proceso de transición laboral, no sólo porque nos ayuda a estar presente donde hay oportunidades, sino que por su facilidad de creación de redes de contacto, que es a fin de cuentas, el camino más acertado para la búsqueda laboral y que también lo es para el desarrollo de la actividad profesional.

 

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