account_circle Por: Tania Villarroel, Career Partner, People & Partners

access_time 13 · 05 · 2019

Tengo un hijo de 12 años. Esto significa que llevo por lo menos 6 de ellos inmersa en el Universo Marvel. De tantos años recibiendo información sobre Súper Héroes, finalmente sucedió lo inevitable: me puse a pensar de qué manera somos todos Héroes en potencia esperando que nos explote material nuclear, descubramos tecnología de punta, se nos mueran los padres o nos pique una araña radioactiva.

Si, al igual que Iron Man, Capitana Marvel o el Hombre Araña, todos estamos expuestos a lo que denomino Eventos Nucleares. Tú ya tienes varios y yo también. Califican: pérdida de un ser querido, separación matrimonial, quiebra económica, desvinculación, entre tantos otros.

Todos los eventos nucleares nos hacen pasar por 3 etapas, o quedarnos estancados en alguna de ellas:

  • Por culpa de: mi marido, mi ex empleador, mi socio, Dios, a quien yo atribuya mi dolor y sufrimiento actual. Ya sea porque me pusieron los cuernos, me desvincularon, me engañaron, me prometieron y no cumplieron, la reflexión siempre es que el otro me hizo algo y él, sólo él, tiene la culpa y ojalá sufra como yo, alguna vez, las penas del infierno.
  • A pesar de: a medida que el tiempo y la autocrítica se hacen presentes, mientras voy siendo capaz de abrirme a experiencias nuevas, va naciendo esa capacidad de darle algo de valor a la experiencia que estamos viviendo, por muy dura que ésta sea. Voy incorporando otras lecturas como, por ejemplo, mi cuota de colaboración para que se hayan desencadenado los eventos desafortunados.
  • Gracias a: demora, quizás nunca llega, pero es la etapa donde agradezco a la vida haberme puesto en el camino el obstáculo que en algún momento me causó dolor y sufrimiento. Fundamentalmente, porque soy capaz de darme cuenta de que gracias a eso que me pasó, gracias a ese preciso evento nuclear, yo soy hoy un Súper Héroe con poderes que nunca imaginé tener, que me costó desarrollar, pero que hoy reconozco como parte de mi ser.

El riesgo más grande de quedarse en la etapa “por culpa de”, es volverse un Súper Villano. Comenzar a tener como objetivo el sufrimiento propio y de los demás.

Si yo no soy feliz, nadie puede llegar a serlo. ¿Qué hace que una persona al pasar por esta etapa prefiera quedarse en ella? ¿Qué nos hace abrir nuestra mente hacia nuevos sueños y nuevas posibilidades? Para cada uno será diferente y cada uno tiene como tarea identificar los aspectos motivacionales de su lucha por salir adelante. Sé también que hay eventos nucleares que son devastadores y pueden acabar con la esperanza, pero aún así, hay personas que no sólo salen adelante, sino que involucran a otros en un camino más grande que su propio dolor.

Pero si nuestro evento nuclear no es de la categoría devastación total, una vez que logramos tomar la decisión de avanzar, comenzará la etapa del desarrollo de poderes. Mis poderes claramente son mis fortalezas. Como en cualquier historia, necesitan un período de adaptación, de entendimiento, de incorporación a mi realidad, de entrenamiento. No es fácil tener y desarrollar aspectos nuevos, aún si son positivos, hay que acomodarse y redefinirse con un nuevo sentido de completitud. Hermosa etapa, donde me atrevo a darle espacio a nuevas dimensiones de mi ser.

Y esto sigue, porque una vez que identifiqué mis poderes, obviamente aparecerá una amenaza a mis cualidades recién estrenadas, o aquello que en el Universo DC Cómics podríamos identificar como mi Kriptonita. Eso que me debilita, desgasta, que es mi enemigo interno. Por lo que parte del proceso de asumir mis poderes lleva de la mano el identificar mi Kriptonita, mis debilidades. Ejemplos: Intolerancia a la frustración, impaciencia, inseguridad, exceso de confianza, y tantas más.

Pero ¿qué es eso que mantiene mis poderes activos y mi kriptonita a raya?

Exacto, Mi causa, Mi Propósito. Y acá es donde todos necesitamos funcionar mejor en términos de ser capaces de soñar con el mundo que queremos y establecer objetivos que nos llevarán por ese camino. Pero si hay algo de lo que he notado que adolecemos, es de falta de sueños. Nuestra idiosincrasia realista pesimista nos traga como turbinas de avión a palomas entusiastas y nos expulsa como si fuera un atrevimiento de los peores.

Por eso, necesitamos Héroes, humanos atrevidos, insolentes, Súper Humanos. Porque hoy, es de Súper Humanos soñar, tener ideales de integridad, contagiar a otros con tu propósito para que se transforme en nuestro propósito. Es necesario mirar más allá de lo que nos afecta de manera personal y comenzar a darnos cuenta de lo que nos está afectando como colectivo, incluso como especie.

Mi invitación es a ser ese Ser que está dentro de todos nosotros, ese siguiente peldaño en la escala evolutiva. Todos tenemos el potencial, todos vamos o hemos tenido eventos nucleares que han desafiado nuestra forma de ver el mundo. Todos hemos mirado caídos un presente que no nos gusta, añorando con nostalgia lo que queremos recuperar. Todos sabemos que aprender a lidiar con la pérdida lleva tiempo, pero también nos hemos ido dando cuenta en el camino que el dolor nos hace más humanos, más empáticos y eso repercute positivamente en nuestro entorno. ¡Tiene que hacerlo!

Todos podemos ser Súper Héroes y hacer de este mundo un mejor mundo. Es, a estas alturas, un tema de responsabilidad. No sufrimos solos. Existen muchas realidades de las que debemos comenzar a empaparnos y encargarnos.

Cuando logramos pasar a la etapa “gracias a”, estamos en condiciones de compartir nuestro triunfo personal con otros y encontrar un provecho colectivo. Es el mismo Nick Vujicic, un Gran Súper Héroe, quien nos dice que “cuando aún si no podemos lograr un milagro para nosotros mismos, podemos ser el milagro en la vida de otro”

Por eso te pregunto: ¿Con qué causa te vas a comprometer y qué poderes vas a comenzar a entrenar hoy?

Tú eliges!

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