Testimonios
Mis agradecimientos a todo el equipo de People & Partners por haberme hecho sentir acogido y comprendido, en estos meses en que no solamente hay que reinventarse, sino que armarse de fuerza y ánimo positivo para enfrentar una nueva etapa. Sin el apoyo constante de todos ellos, esta tarea hubiese sido mucho más difícil.
Dediqué cuatro meses y alrededor de 140 reuniones de red para poder reubicarme y ahora veo que todo ese esfuerzo no es en vano. No solamente me ayudaron a reencontrarme con mi trabajo, sino que revivieron viejos contactos y nacieron nuevos que mantendré hacia adelante.
La cercanía con mi grupo de Fast Track 97, además de otros compañeros que conocí en People & Partners, fueron esenciales para comprender que en esta etapa no hay fronteras ni niveles jerárquicos: estamos todos en el mismo problema y buscando nuevas oportunidades. Este apoyo lo agradezco, especialmente el abrazo y saludo sincero cuando existe éxito o desazón en este proceso. No sé si volveré a verlos a todos ellos, pero espero eso sí que todos alcancen sus metas personales. Yo soy un hombre de fe, y algunos notaron que portaba una pequeña cruz de Cristo que colocaba en mi escritorio de trabajo. Como somos personas de cuerpo y alma, no solamente hay que empujar el cuerpo y llenarlo de ánimo, sino que el alma hay que alimentarlo para volverse a levantar. Esta actitud la he tenido siempre y doy gracias a Dios por ello. Por último quiero darle un gran abrazo a Janet, porque fue mucho más que mi consultora. Tiene una cercanía única, que invita a abrirse y compartir las emociones, ayudando al desahogo e invitando a seguir adelante porque hay “luz” al final. Siempre encontré las puertas abiertas, un corazón dispuesto y un consejo profesional.”