María Beatriz Correa

Human Resources Project Manager

Nestlé

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Cuando quedé sin trabajo estaba tranquila. Pensaba: “voy a poder estar más tiempo con mis hijos” “voy a avanzar en mi tesis de magister” ”voy a hacer más deporte”. La cesantía llegaba en un momento ideal. Buscar trabajo podía esperar.

“¿Ir al programa de outplacement? ¿Para qué?, si ya sé de qué se trata. Trabajo en recursos humanos y hasta yo podría hacer uno”, me decía con soberbia. Afortunadamente buenas amigas y amigos me aconsejaron que lo tomara igual.

Llegó un momento en que me tuve que poner las pilas. Realicé mi programa de outplacement y fue fantástico: con una excelente metodología en People & Partners entregan contención pero sin dejar de movilizar con un sentido de urgencia necesario. A la vez, a pesar de que vivo en Viña y no estaba full time en Santiago, las oficinas de People & Partners se constituían en un refugio, donde poder conversar y compartir experiencias con otras personas que estaban en las mismas.

Mi desafío era grande, ya que buscar trabajo fuera de Santiago es más lento y con menos redes de contactos. Pero seguía confiada y relajada.

Pasaron los meses y la angustia comenzó a llegar. Aplicaba sin descanso los consejos y trabajo aprendido en el Fast Track de People & Partners. Cuando se acercaba el plazo que me había autoimpuesto para encontrar trabajo se cayó una de las pocas vacantes que se habían abierto en la región de Valparaíso, estando ya en la última etapa. Muy afligida seguí intentando. Decidí ampliar geográficamente mi búsqueda, firme a mi plan de encontrar una posición que me aportara y donde yo pudiera aportar. No hay que transar en las prioridades, pero tampoco podía ser inflexible frente a ciertas evidencias. Hubo un mes muy difícil, donde la energía parecía escasear. Me sentía con el vestido de novia en la cartera en un sentido laboral. Pero un método con persistencia, resulta.

Hoy ya encontré un excelente trabajo. Miro hacia atrás y sólo veo grandes aprendizajes, que vienen a reforzar valores que me parecen importantes:

Humildad: para recibir consejos y para cambiar de opinión.

Gratitud: a las personas que me entregaron de su tiempo para contarles en lo que estaba: conocidos y desconocidos, todos dispuestos a ayudar.

Auto liderazgo: al trazar mi propio camino, con ensayos de emprendimiento de por medio, saber darnos a conocer, lo que somos y lo que hacemos.

Autoconocimiento: ¿Quién es uno sin trabajo, despojado de cargos y seguridad económica?: poder conocernos en un sentido más profundo, más allá de la actividad que realizamos.

Con todo esto pareciera que recomiendo quedar cesante, ¡para nada!, es un proceso difícil y desestabilizador. Pero visto de otro punto de vista, estamos “sonados”, ya que debemos convivir con los cambios de empleo, por lo tanto la recomendación es a sacar provecho activamente de esta etapa, y reconocer que no las sabemos todas. Es un período que nos puede llenar de aprendizaje, amigos, buenos momentos y felicidad.”